Manual para dejar de fumar

Dejar un hábito produce cierta ausencia, creo que depende de lo que para uno significa hacer una cosa habitualmente. El cigarro siempre fue para mí un momento de calma, de volver a pensar las cosas, pensarlas mejor y ocasiones tener cierta claridad para hacer lo que tenía que hacer. Según yo, tomaba mejores decisiones, era más elocuente y otras cosas de cualquier persona con el ánimo por los cielos. 

Luego vinieron otras justificaciones ontológicas -es un ente con el que puede conversar...- y otras hasta metafísica -tú no lo tomaste, él te eligió porque en algún momento de otra vida lo necesitaste-claro que me acomodaba cada una y no puse ninguna objeción para renunciar a él. Pero cuando decidí que era momento de dejarlo, la ausencia siempre me produjo una intensa ansiedad. Como toda ansia, no tiene sentido. 

Comencé a respirar profundamente, pasando luego a un ritmo más intenso, cuando me llegaba la ola de querer fumar, llenaba mi pulmones de todo el aire que pudiera y exhalaba lento hasta que otra ola le chocara de frente y la aplastara. Funciona en ocasiones y el deseo se disipa lentamente como arena en el mar. Entonces es momento de hacer otras cosas porque a la par viene cierta relajación. 

Pero cuando no funciona, esto se convierte en un humo ardiente, trato de darle la vuelta al sinsentido, la vida, mi vida, lo que hago lo que siento, no tiene sentido por ningún lado que lo vea -¿para qué seguir? creo que estoy perdiendo la batalla contra la vida- y el humo se convierte en una tobera caliente que llega desde el cielo contaminado de la ciudad hasta mis pulmones. Y exhalo jadeante, quemado. 

Ahí trato de hacer las pases -aunque sea sólo uno- lo acuerdo así: reducirlo al mínimo. Lo prendo y dejo que la bocanada se lleve todo este torbellino interior y suba por el fresco de la noche. Es lo que me queda, a pesar de lo que dicen los demás -es que cuando quieres, lo puedes cortar- pero es lo que hago, seguir adelante, hasta que todo vuelva a quedar en calma, hasta que me convierta en bocanada por la noche.