Re-viento
Me preguntaría si
la noche sigue siendo
mi aliada.
Si aún
me acompaña para
estar tranquilo
para estar más cerca
de mí.
Preguntaría si aún
proteje el sueño
de donde vivo
para que pueda salir a ser;
si aquel perro que ronda
las calles
agitando la oscuridad
lo hace por nosotros
pidiendo una sola caricia
o un techo bajo el cual pasar
la noche.
De sirenas se ha cubierto el manto.
Ya la luna no me deja verte
a los ojos
porque mis ojos
se han abandonado
al dejarte.
Al color sangre de su sangre si ha
intoxicado
a la mía.
Si presa del miedo
hace crecer una yerba gruesa y correosa.
O de un rayo y machetazo
tiene el ánimo de hacernos quedar alertas
no pegar el ojo
desamparados
hasta un amanecer
que quema.
Una tos furiosa.
Una esquina llena de espinas.
Un sonido de pasos.
Y nadie que responda a nuestro llamado.
Hay un fierro retorcido
o un silbato que suena lejano.
Hay un aire de peligro.
Preguntaría a la noche
si se pertenece a ella misma.
la noche sigue siendo
mi aliada.
Si aún
me acompaña para
estar tranquilo
para estar más cerca
de mí.
Preguntaría si aún
proteje el sueño
de donde vivo
para que pueda salir a ser;
si aquel perro que ronda
las calles
agitando la oscuridad
lo hace por nosotros
pidiendo una sola caricia
o un techo bajo el cual pasar
la noche.
De sirenas se ha cubierto el manto.
Ya la luna no me deja verte
a los ojos
porque mis ojos
se han abandonado
al dejarte.
Al color sangre de su sangre si ha
intoxicado
a la mía.
Si presa del miedo
hace crecer una yerba gruesa y correosa.
O de un rayo y machetazo
tiene el ánimo de hacernos quedar alertas
no pegar el ojo
desamparados
hasta un amanecer
que quema.
Una tos furiosa.
Una esquina llena de espinas.
Un sonido de pasos.
Y nadie que responda a nuestro llamado.
Hay un fierro retorcido
o un silbato que suena lejano.
Hay un aire de peligro.
Preguntaría a la noche
si se pertenece a ella misma.
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